El inesperado viaje de liberación
- Teo Rodav
- 7 mar 2018
- 2 Min. de lectura
Como te prometí la vez pasada, en esta ocasión te contaré de mi viaje a Los Ángeles, algo que fue completamente inesperado e inspirador.
Todo comenzó con las ganas de viajar, aunque esta vez, no tenia un motivo en especial, simplemente quería llenar mi maleta con nuevas aventuras, experiencias, emociones, sueños y personas, bueno, esto último simplemente se dio y yo lo agradezco.
Desde la planeación de este viaje no quise presionarme, sabia que si lo lograba era porque el destino así lo quería, porque algo genial me esperaría, ¿y qué crees? ¡Así fue! No negaré que los nervios me invadían, que la ilusión se apoderaba de mi, de mis pensamientos y de mis emociones. Poco a poco todo se fue dando y una semana y media antes de la fecha en que me fui, estaba completamente seguro que este viaje se realizaría, ¿te imaginas? Menos de 15 días para planear una nueva aventura, aunque no todo se puede planificar.
Sabia a qué lugares quería ir, sabía lo que quería comer, lo que quería conocer, pero no sabía lo emocionante que podría ser.
Ver el cielo de L.A. por la noche, fue el mejor recibimiento que pude haber tenido, una ciudad llena de sueños y de luces. Una ciudad que, al menos para mi, escondía muchos enigmas, muchas historias, canciones y ritmos. Un sin fin de colores por descubrir, historias por escribir, imágenes por compartir.
¿Qué signicia Los Ángeles para mi? Bueno, esto es muy sencillo de responder: ha sido la oportunidad perfecta para reencontrarme conmigo mismo, de redescubrir lo que me inspira, lo que me hace sentir, lo que me ayuda a crear. Reencontré la fortaleza de los sueños, la motivación que los pensamientos desgastados necesitaban. Muchos ciclos de cerraron y nuevas oportunidades llegaron. Redescubrir lo que soy en esencia y forma.
Lo más gratificante de este encuentro conmigo mismo fue haber construido nuevos sueños, nuevas metas y objetivos. Este viaje me regaló la oportunidad de conocer, de charlar, de creer y razonar lo que necesito en mi vida. Estar en Los Ángeles me ayudó a darme cuenta que no estaba equivocado, sólo estaba saturado.
Estoy en el camino correcto, he tomado las decisiones correctas y estoy caminando hacia mis sueños. Un viaje lleno de aprendizaje. Este fue el inesperado viaje de liberación.
Para nuestra próxima charla, te voy a platicar de ese egoísmo disfrazado de amor: ¿podrías reconocerlo?

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